domingo, 19 de diciembre de 2010

Escuchando al viento

A veces cuando estoy cansada, cuando algo me preocupa o cuando el desánimo se apodera de mí, me siento en mi azotea, miro a mi alrededor hasta que me detengo en algún punto fijo, y ahí, cierro los ojos, respiro profundamente y dejo que el viento azote mi cara, que me mueva, me alborote y  me renueve...de vez en cuando, hablo con él, le pregunto y él me responde, casi siempre lo que quiero oir aunque casi nunca le hago caso. Pero al final, siempre consigue que mi alma se sienta como un cuarto aireado, un corazón abierto...Me siento bien.
En Quechua, ese susurro de viento, se llama Wayramuyu.

1 comentario:

  1. Pues yo iba a preguntarte que significaba en nombre del blog y mira,ahora y lo se!!! :)
    Quiero una azotea,quiero respirar fuerte..y quiero sentir Wayramuyu tambien!!
    Un abrazo!!

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